Vislumbran dificultades económicas, sociales y políticas para el Gobierno
A la beligerancia política que se avecina se le añade el déficit fiscal que aumentará el próximo año, así como un incremento de la inflación producto de los altos precios en los artículos que conforman la canasta familiar.
Por. Danilo Cruz Pichardo
Con el inicio de la persecución judicial contra personas vinculadas a actos de corrupción pública, ligadas al PLD en un 80% y en un 20% a la Fuerza del Pueblo, la que unida a la desfavorable situación económica, producto de la pandemia y al alza de los precios en los alimentos, se proyecta un escenario de dificultades gubernamentales.
La procuradora general de la República, Miriam Germán Brito, ha dicho que pronto empezarían a conocer expedientes por actos de corrupción e irregularidades en declaraciones juradas de bienes exfuncionarios.
Y la Fuerza del Pueblo no está exenta de esos procesos judiciales, según se ha sabido, pues varios de sus miembros están involucrados en corrupción pública, sólo hay que ver el expediente de Odebrecht, compañía constructora brasileña que dijo pagó sobornos a cambio de adjudicación de obras, a funcionarios, legisladores y líderes políticos. Inclusive se habla de dos o tres dirigentes del PRM.
A los enjuiciamientos judiciales se le añade la crisis del PRM, una organización política que, si bien recibió el favor del electorado en los comicios del 5 de julio, todavía su militancia no ha sido recompensada con los empleos correspondientes, un gesto de ingratitud y de abuso sin precedentes en la historia social dominicana.
Se formaron cientos de movimientos de apoyo a nivel nacional para sacar al PLD del poder, sin que se conozca al momento una conducta de agrado a ese trabajo que hizo posible el denominado cambio.
Hasta el momento el disgusto es colectivo entre perremeístas y militantes de movimientos aliados y varios locales municipales han sido teñidos de negro en señal de luto.
Se observa malestar en los propios comentaristas y analistas políticos que hicieron su aporte al “cambio”, pues desde palacio se les da mayor importancia a los del mundo del espectáculo y a los denominados influencers.
Muchos pensaban que Leonel Fernández y su gente serían exonerados, pero se trata de un Ministerio Público independiente, sin preferencia política, que lo designó adrede el presidente de la República, como una forma de evadir responsabilidad sobre las consecuencias políticas más que por el alegado interés de independizar a los poderes públicos.
La alianza estratégica de Abinader y Leonel sólo llegará hasta la juramentación de los nuevos miembros de la Junta Central Electoral (JCE), porque los procesos judiciales y el objetivo de Fernández de convertirse en el principal líder de oposición adelantarían la separación política definitiva.
De hecho, la Fuerza del Pueblo, conforme a las reseñas periodísticas, es la única organización que ha exhibido crecimiento después de la contienda del 5 de julio, aunque su fortalecimiento se basa exclusivamente en dirigentes del PLD que vienen renunciando de esa organización en todo el país.
A la beligerancia política que se avecina se le añade el déficit fiscal que aumentará el próximo año, así como un incremento de la inflación producto de los altos precios en los artículos que conforman la canasta familiar.
Que oscila entre un 15% y un 135%, según analistas económicos.
Algunos economistas no encuentran motivos a la inflación, debido a la estabilidad de la tasa de cambio, por lo que hay quienes atribuyen conflictos de intereses de funcionarios empresarios que se benefician con el aumento de los productos de primera necesidad.
Algunos funcionarios han comenzado hablar de importar alimentos, lo que equivale a buscar divisas y a meter presión a la tasa de cambio, lo que podría generar una verdadera hiperinflación en el país.
La situación económica es delicada. El gobierno ha pretendido aplicar austeridad, pero sin afectar al empresariado ni tocar privilegios de funcionarios.
La Presidencia anuncia proyectos turísticos y de minería, pero los resultados de ambos podrían verse a largo plazo.
Levantar el turismo depende del curso de la pandemia de coronavirus, la que no tiene fecha para su fin. Solo recuperar la dinámica del turismo, previa a la pandemia, podría tomarse varios años, cuando la crisis económica demanda de resultados inmediatos.
Por encima de los problemas económicos, que generan crisis sociales y estas a su vez políticas, se insiste en las privatizaciones de empresas, a través del Consejo Económico y Social, estrategia de funcionarios que renuncian a sus sueldos, pero no a eventuales operaciones leoninas al interés nacional y en las que ellos, se sospecha, serían los principales beneficiarios. Se dice que se trata de un compromiso de campaña.
Al presidente Abinader se le percibe como de los empresarios y aliado de Estados Unidos, pero ambos aspectos son insuficientes para contrarrestar estallidos sociales, como consecuencia de disgustos y crisis económica, los cuales serían estimulados por una oposición que sustrajo muchos millones del Estado y está dispuesta a pagar, inclusive, actos vandálicos.
Fuente: El Nacional
